lunes, 10 de octubre de 2011

Un nuevo paradigma para una nueva temporada


Hemos entrado en un nuevo milenio. Algunos hemos sido conscientes ha desembocado en el cambio climático, en el consumismo que empobrece a los pobres y en la ausencia de los valores que generan plenitud … Dicen que aquellos que no contemplan su historia están condenados a repetirla, y si bien el comienzo del 2000 marcó un punto de reflexión para empezar a hacer las cosas de manera diferente, sólode ir más allá de los mapas de la realidad que habíamos concebido hasta ahora que nosotros nos hemos puesto para encontrar nuevas soluciones a los conflictos que asolan el mundo.
Si pretendemos cambiar “la realidad”, es lícito preguntarse ¿Qué es la realidad? ¿Qué abarca, donde termina y donde empieza? La física cuántica viene a complicarse un poco más las cosas afirmando que la realidad observada depende de la condición del observador. Esta idea propuesta hace ya muchos siglos por los místicos fue magistralmente resumida por el lingüista Korzybsky al decir: Si el mapa mental fuera tan exacto como el territorio ocuparía exactamente el mismo lugar, por lo que no sería funcional, no nos cabría en la mochila.


Cada persona confecciona en su mente un mapa funcional de atendiendo a las experiencias y acontecimientos que considera más relevantes, o los que nos han o nos hemos acostumbrado a registrar. De esta manera sintetizamos “la realidad” en el mapa manejable que condicionará lo que percibimos, que recordemos, como lo relacionamos y por tanto como valoramos lo vivido. Según la lingüística hay tres formas básicas de síntesis mental para que la realidad se convierta en un mapa de bolsillo: el principio de, de y. Dicho de otra manera, todos nosotros sin excepción, para generar explicaciones sobre lo que está pasando en nuestro mundo recurrimos a: ideas sobre la base de nuestra experiencia, cierta parte de información y relacionar y encadenar sucesos, según nuestro propio criterio.


El antiguo modelo de la civilización griega concibe el Ser humano constituido por tres planos de manifestación:, que es el conjunto de (llamada alma y / o mente) y el plan más sutil (lo que llamamos). En este antiguo modelo se describe en la psique constituida por una materia flexible y de gran plasticidad que cumple la función de conexión entre soma y pneuma, el cuerpo y el espíritu. Este mapa del ser humano estuvo presente en todos los planteamientos físicos y humanistas de las civilizaciones antiguas y aunque fue abandonado por nuestra civilización occidental hace pocos siglos, comenzó a recuperar parcialmente a principios de los años 50 con el concepto que el hombre es una.


A lo largo de la historia y dependiendo de las teorías emergentes en cada época se ha sintetizado “la realidad” generalizando unas ideas y omitiendo y distorsionando – relacionando – otros. Hemos generalizado la importancia del pneuma omitiendo el soma y la psique (edad media) o hemos relacionado soma y psique omitiendo los nuevos (positivismo). Para elaborar una teoría manejable generalizamos un modelo de relaciones que siempre limitará de algún modo nuestra comprensión, pero será alcanzable, manejable. Esto es vital porque nos damos cuenta que lo que pensamos sobre la realidad es una síntesis y no es tan infalible, es un mapa útil con todas las limitaciones de un mapa de bolsillo que vale la pena ser revisado y analizado para saber qué parámetros hemos generalizado , omitido y distorsionado.


Einstein insistía en que no se puede resolver ningún problema desde el mismo nivel de conciencia en que se ha creado. Es hora de ampliar nuestro mapa de la realidad para buscar nuevos pensamientos y acciones ante el gran desafío del siglo XXI. Cada uno tendrá que hacer su propio análisis para re-elaborar su mapa, ocupar su lugar y efectuar las acciones oportunas en consecuencia.


Nuestra re-elaboración personal de “la realidad” ha adquirido el paradigma de la ciencia actual para creer que. Este mapa mental nos ha hecho poner mucha atención y cariño a los pensamientos, sentimientos y acciones del día a día, sabiendo que puedo proyectar consuelo hacia cualquier zona en conflicto y limpiar el planeta purificando mis propias acciones. Resonamos con esta “realidad” interconectada del pneuna-psico-somático apuntada en los griegos. Si todos los campos tienen incidencia unos sobre otros, es posible curar con nuevos pensamientos, emociones, posturas y experiencias espirituales.


Si quieres cambiar “la realidad” tal vez es interesante comprender primero como has elaborado tu propio mapa mental: Quizás este sea el primer paso para generar nuevas acciones, nuevos modelos para un tiempo nuevo.


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